Del primer
capítulo ¿qué es la mente humana?, volvemos a retomarlo, indicando antes, que
la mente humana no puede encuadrase dentro de una definición única ni existe
consenso alguno sobre como estudiarla, puesto que, la mente humana ha tenido
diversas perspectivas de diferentes teóricos como Piaget, Vygotsky, Bruner entre
otros.

Pero
hay que tener en cuenta que así como Piaget, da su conocimiento acerca de la
mente, también Vygotsky resaltaba que la inteligencia humana iba más allá de
sus raíces biológicas mediante un método de los más peculiar: la socialización del
desarrollo cognitivo individual. La mente humana, según Vygotsky, no es únicamente
producto de la historia evolutiva de las especies (sus adaptaciones innatas) y
la manera en que los individuos desarrollan estas adaptaciones en un ambiente
particular durante su ontogenia, sino también producto de la historia
social-cultural de los grupos en los cuales el individuo se desarrolla.

Por
otro lado, la mente, señala Bruner, no está orientada
exclusivamente a convencer, podríamos agregar, a convencerse de la verdad de
sus creencias. También busca convencer y convencerse de la verosimilitud de
las mismas, Bruner manifiesta que estas dos maneras diferentes de conocer
la realidad, permiten modos distintos de construirla, estas modalidades
de pensamiento son autónomas; la modalidad paradigmática o lógico-científica, es el medio por el cual formamos nuestro
sistema explicativo-descriptivo, modelo matemático formal. Con este
pensamiento resolvemos la mayoría de los problemas prácticos de la vida
diaria.
La modalidad de pensamiento narrativo, consiste en narrar nuestras historias donde vamos construyendo significados por el cual nuestras experiencias adquieren sentidos. La construcción de un significado surge de la narración del continuo actualizar nuestra historia y de nuestro tramo narrativo, ésta es una actividad humana fundamental.
Partiendo de los aportes de estos tres autores con respecto a la mente, nuestra tarea central es crear un mundo que dé significado a nuestras vidas, a nuestros actos, a nuestras relaciones, concluyendo se puede decir, que el modo que tenemos para dar significado a nuestras vidas y comprender las ajenas, es mediante narraciones, (pensamiento narrativo) relatos que permiten comprender lo extraño o aquello que quebranta lo esperable, adecuado o normativo.